domingo, 22 de junio de 2014

ave salvadora

la madre de un amigo
en mi juventud
recogía las palomas, zanates
ardillas y demás,
medio moribundas,
atrapando el aire como agua
el cielo como profundidad.
la criatura gigante
que con ga-to-ra-de
les devolvía la vida y los sentidos
a los animalitos,
despegados de la dureza del piso,
más no de la gravedad.


¿cuál es el nombre
de la película que estaba viendo
en el computador?
pregunta la muchacha que por
cinco horas calló al lado mío
en el avión a Chile
rumbo al cumpleaños
de mi mamá.

maelström,
le respondo.
es sobre una mujer
que atropella y mata a un hombre
y termina enamorándose
y redimiéndose
con el hijo del hombre.
es sobre la coincidencia
que hace historia, y de ello
leyenda.

como un encuentro
en el bús,
en el supemercado,
en el avión.

hacemos fila para salir,
y salimos.
no hace falta mencionar
que nunca más nos haremos
compañía.
y nunca lo hicimos.