así como
Sarita
que ahora se pinta los labios
de rojo
pues el otro día los tres
nos quedamos dormidos
con el canal chino prendido,
sudando, tocando
y no hablamos por tres días.
o el mismo sentimiento
cuando dejé al fuego en la casa anaranjada
y su olor de fuego permanece como una estela,
una tela amarrada ante el
viento.
la posibilidad de un olor que me invita;
irse sabiéndolo.
dormir sabiéndolo.
y al despertar olvidar.
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